Modelo de entrada cuesta unos US$ 18 mil en los EE. UU., y por aquí, la distribuidora EspressoArt aún está definiendo los valores a causa de las grandes variaciones en el tipo de cambio
Gracias al fuerte crecimiento del consumo de cafés especiales en Brasil, EspressoArt, distribuidora en el país de las marcas de máquinas de café LaCimbali, Faema y Casadio, resolvió que ya era el momento de ofrecerle mercado brasileño las máquinas de expreso de Slayer www.slayerespresso.com.
Slayer fue creada en 2007 por Jason Prefontaine, en Seattle, EE. UU., – la meca de los cafés especiales en los EE. UU. -, y adquirida en 2017 por LaCimbali, centenaria fabricante italiana y que sabiamente optó por dejar las dos operaciones por separado.
La característica principal de una máquina Slayer es que le permite al barista ajustar la presión del agua durante la extracción del café. De esa forma, es posible cambiar la velocidad de la extracción a lo largo del proceso, permitiendo que los sabores de la bebida surjan y exploten en las papilas gustativas. Al contrario de las otras máquinas, en la Slayer, el agua está en contacto con el café entre 30 y 35 segundos, mientras que en las tradicionales es de apenas entre 18 y 23 segundos. Es ideal para utilizarlas con cafés especiales, de alta complejidad.
«La extracción del expreso es un proceso violento. Consiste en pasar agua a temperatura altísima, y con alta presión, por dentro de un pequeña cantidad de café, en pocos segundos».
«La Slayer nació con el ADN del barista hipster que conocemos, diferente a las demás marcas del Grupo. Y la compra de la empresa fue una de las decisiones más acertadas, ya que nos permite crecer en un mercado hasta el momento dominado por La Marzocco www.lamarzocco.com», explica el director y fundador de EspressoArt, Reinaldo Bongiovanni.
Según Bongiovanni, la Slayer no se alquilará, solo se venderá. «Mi objetivo es vender entre ocho y diez máquinas en el primer año de importación. Tengo que ser realista, ya que todavía no salimos de la crisis y los precios de los modelos non son baratos afuera, que decir para nuestro mercado interno», dice.
Slayer produce solo dos modelos: la Espresso y la Steam, siendo que esta última es la menos cara. En los EE. UU., el modelo de entrada gira alrededor de los US$ 18 mil. «Y están equiparados con los modelos tope de línea de la competencia», afirma Reinaldo. La Espresso, está costando alrededor de US$ 35 mil y puede personalizarse. Esto queda claro, si el cliente tuviera disponibilidad financiera y tiempo de espera, ya que la personalización puede demorar hasta 90 días. Aún no cerramos los precios que se cobrarán en Brasil en función de la volatilidad del cambio, pero ya sondeamos el mercado y puedo garantizar que ya hay muchos interesados», afirma Reinaldo.
Para recibir la Slayer en Brasil, el ejecutivo tuvo que crear un show-room exclusivo dentro de la oficina y de acuerdo a exigencias del personal de Seattle y que todavía no está terminado. «Apenas lleguen y sean instaladas, invitaremos a personas del mercado de cafés especiales para una serie de eventos. La idea es que las personas traigan sus microlotes para verificar cómo se comportan en el equipo. También queremos mostrar todos los recursos que la máquina ofrece», se entusiasma.
En caso que todo salga de acuerdo a los planes, la Slayer será presentada al mercado en la próxima Semana Internacional del Café, en Belo Horizonte, en el estand de EspressoArt.
EspressoArt
EspressoArt fue creada hace seis años por Reinaldo, para ofrecer venta, alquiler y asistencia técnica para máquinas de café. Actualmente, trabajan con LaCimbali, Faema, Casadio, molinillos Ban, y también con máquinas de pequeño tamaño como las De Longhi.
La empresa está creciendo a un promedio del 12 % al 15 % anual, principalmente en el mercado de alquiler de máquinas. «Nuestro objetivo es mantener este crecimiento por los próximos años y hacer que la marca FAEMA sea tan conocida como LaCimbali en Brasil. Para eso, trajimos un modelo excepcional, la 61, modelo lanzado en 1961, cuyo diseño estuvo a cargo de Giorgetto Giugiaro, especialista en la creación de más de 200 automóviles, muchos de ellos icónicos como el Alfa Romeo Brera, la BMW M1, Audi 80, Bentley SSX98, entre muchos otros.
Es bueno destacar que solo el exterior de la FAEMA 61 es vintage. «Los cafés expresos tirados en la 61 son maravillosos, gracias a la tecnología agregada a la máquina», explica Bongiovanni.
De las 700 máquinas alquiladas, cerca del 80 % son de LaCimbali. «Esta es una característica del mercado brasileño. En Italia, por ejemplo, el negocio está calzado en la venta», explica Reinaldo. Actualmente, son 20 empleados, entre ellos 13 técnicos para ofrecer asistencia técnica a todo Brasil.