¿Ya oyó hablar de la ceremonia del cacao?

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La utilización regular de cacao puro tiene dos objetivos: ayudar a eliminar toxinas del cuerpo y ayudar en el proceso de autoconocimiento.

Todo el mundo ya oyó hablar en los efectos alucinógenos del té de ayahuasca, capaz de provocar alteraciones en la consciencia. Algunas religiones, como el Santo Daime, usan la bebida en sus cultos como forma de abrir la mente y llegar a un estado de meditación. Si usted tiene más de 50 años, probablemente leyó uno o más libros de Carlos Castañeda, que se hizo famoso en la década del 70, con “La hierba del diablo”.

El título ayudó a popularizar la tradición chamánica de América del Sur de utilizar plantas alucinógenas, en este caso, ayahuasca, para alcanzar niveles diferentes de percepción de la realidad. Muchos años después, se descubrió que el cacao es una planta de poder, capaz de modificar la consciencia, aumentar la productividad, la creatividad y, además, es un gran aliado en la lucha contra la depresión y en la mejoría de la calidad de vida de forma general. Y, diferentemente de la ayahuasca, quien la toma no pierde la consciencia ni tiene el peligro de pasar por un “bad trip”. (a pesar de no tener contraindicación, la recomendación es siempre consultar un médico y/o nutricionista).

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El cacao, que es originario de la selva amazónica (y no centroamericana como se pensaba hasta recientemente) ya existía hace siete mil años en la cuenca alta de la Amazonía. Y, según los resultados de pruebas de carbono hechas por investigadores ecuatorianos y franceses, su uso social data de 5,5 mil años, y comprueban que el cacao fue muy utilizado en ceremonias realizadas por los pueblos Mayo-Chinchipe-Marañón.

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En América Central, existen datos del uso del cacao por parte de la cultura Olmeca, hace cerca de tres mil años. Así como ellos, los mayas y aztecas también lo utilizaban para rituales y, según consta, no era una bebida democrática: el cacao era destinado, solamente para los reyes y para los sacerdotes.

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Actualmente, además de la producción de chocolates, claro, el cacao está siendo utilizado en terapias alternativas como conductor para la apertura de nuevos canales de percepción en la medicina alternativa o también como un superalimento, alzado a esta posición por el americano David Wolfe  (www.davidwolfe.com).

Medicina del cacao

 Una de las primeras personas en nuestros días a utilizar el cacao de forma ritualística fue el americano Keith’s Wilson (www.keithscacao.com), un geólogo y aventurero americano. Keith’s se convirtió en un adepto de la medicina alternativa entre los años 80 y 90 del siglo pasado. En el 2003, en un viaje a Guatemala, según él mismo, “descubrió” el espíritu del cacao, IXCacao, la diosa maya del cacao, responsable de la abundancia, compasión y fertilidad, que le intuyó cómo usar la fruta para ceremonias ritualísticas. (lea al final del artículo la leyenda de IXCacao).

Titulándose chamán del chocolate, Keith’s comenzó a ayudar la producción local de cacao de origen criollo (el más puro) cultivado de forma totalmente natural y dice que fue intuido por la diosa IXCacao como preparar una bebida que, gracias a su composición nutricional, ayuda a expandir el calibre de los vasos sanguíneos, relajando los músculos. “La bebida ayuda en el relajamiento de todos los músculos, principalmente, el del corazón, ayudando, de esta forma, a abrir el chacra del corazón, consecuentemente, proporcionando una sensación de relajamiento en todo el cuerpo.

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El chacra cardíaco es el cuarto de abajo para arriba y está localizado en el centro del pecho. Está relacionado al Timo y representa nuestra capacidad de amar.

Según la terapeuta Marília Lins, de Tribal Shakti, especializada en Iniciación y Entrenamiento en el Arte del Cacao Sagrado, la Teobromina, principio activo del cacao tiene un efecto calmante, capaz de aumentar el flujo sanguíneo para el corazón, lo que naturalmente, activa el chacra cardíaco. “La persona se vuelve más creativa, más compasiva, más amorosa. En este sentido, el cacao es un potenciador”, explica.

Marilia fue alumna de Keith’s en Guatemala y, desde entonces, está trabajando con el cacao en ceremonias ritualísticas, en su casa, en la región de Cotia, en San Pablo. “Generalmente, la primera vez que las personas entran en contacto con el cacao es a través de encuentros presenciales (que están siendo hechos a distancia en función de la pandemia), en las ceremonias donde consagramos al cacao. Cada participante bebe cerca de 45 gramos de cacao puro adicionado a otras hierbas y sazones y ahí, como terapeuta, voy ayudando a la persona a percibir algunos cambios sutiles que están ocurriendo en su cuerpo. Como el cacao es un antioxidante poderoso, con un alto índice de flavonoides, es posible experimentar sensaciones diversas como una ligera taquicardia, dolor de cabeza, somnolencia, entre otros síntomas”, cuenta.

Marília va más allá: “porque el cacao funciona como un alimento para el alma y, como tal, ayuda a disolver amarguras y traumas emocionales. “Nuestro cuerpo físico tiene memoria y todas las cosas que nos pasan se quedan guardadas en forma de contracciones musculares, tensión, contracción, etc. A partir del momento que el cacao es absorbido, él relaja toda la musculatura del cuerpo, se queda todo más suave. El cacao es capaz de cortar la conexión del dolor crónico, por ejemplo. Esto ayuda a acceder a aquellas emociones que están guardadas y permite que podamos ver los traumas y resignificarlos”, explica

El cacao es precursor de cerotonina, endorfinas y de anandamida, compuesto que nuestro cuerpo fabrica, cuya acción es básicamente relajante. Ella calma y regula el sistema cardiovascular, generando una sensación de felicidad.

El ritual: cómo es

Su ritual de celebración del cacao está basado en la cultura maya, cuyo pueblo usaba la danza como forma de apertura y empoderamiento. Al inicio, cada participante recibe una dosis de más o menos 45 gramos de una bebida de 100% cacao con agua y algunas especias. “Suele hacer efecto en menos de 10 minutos y, a lo largo de este tiempo, voy guiando la meditación hasta que los participantes comiencen a percibir los efectos: una ligera taquicardia, respiración más profunda, una sensación de felicidad. En este momento, se entra en un estado meditativo profundo”, expresa.

También según Marília, casi siempre, la primera vez que la persona entra en contacto con el cacao es en un ritual de consagración. La mayoría de las veces, las personas lo incorporan en su dieta alimentaria.

“Mis alumnos usan regularmente el cacao, principalmente para practicar yoga, meditar, estudiar, escribir y, cada uno, desarrolla una relación diferente al incorporar el cacao en su día a día. Solo no se puede usar cacao en polvo, industrializado, ni leche, que anula los efectos”, advierte. Hay que derretir la barra de 100% cacao, y de preferencia, de la variedad criollo”, finaliza.

La leyenda de IXCacao

La historia de la Diosa del Chocolate es larga y complicada. Fue adorada como una diosa de la fertilidad, con distintos nombres y diferentes roles en las antiguas culturas de Mesoamérica.

Nos tomamos grandes libertades con su historia, dejándola mantener un nombre y fusionando sus mitos mientras se movía de una cultura a otra, todo en un esfuerzo por hacer su historia más accesible.

La llamaremos por su nombre maya, Ixcacao (por cierto, el sufijo Ix- en un nombre deja en claro que es el nombre de una mujer. Literalmente significa “pequeña”, así que su nombre se traduce al inglés como “Mujer del cacao”).

Ella apareció en los mitos de la creación de los mayas, presentando la agricultura a la gente y ayudando a asegurar el nacimiento de los Sagrados Gemelos. Inicialmente, ella era una diosa de la tierra en una sociedad matriarcal donde cuidar los cultivos era un trabajo de mujeres. Desterrar el hambre y velar por la seguridad de la gente era su responsabilidad divina.

Aunque raramente aparecía públicamente en los mitos, Ixcacao, la diosa maya del chocolate, había sido amada por la gente común como una diosa compasiva de la abundancia.

¡Pero eso iba a cambiar pronto!

El patriarcado había comenzado. Al principio fue una edad de oro. Aparecieron reyes y dinastías. Nació una clase dominante.

La astronomía floreció, al igual que las artes. La escritura (glifos) comenzó a aparecer en los magníficos monumentos, palacios y templos de los reyes y muchos de la nobleza. Se establecieron grandes ciudades y se poblaron de gente rica.

Sirviendo al Patriarcado

Luego, la pobre Diosa del Chocolate fue sacada de los campos para casarse con el Dios del Comercio, lo quisiera o no. Pronto, sus hermosos granos de cacao eran muy valiosos y se habían convertido en moneda.

Peor aún, el chocolate ahora se declaró el “alimento de los dioses”, disponible sólo para los gobernantes y los guerreros a su servicio. Escuchó rumores de que incluso había hambre generalizada.

La diosa Ixcacao echaba de menos los campos, echaba de menos estar al lado de su gente, pero, sobre todo, su corazón estaba roto porque el sacrificio humano era ahora la práctica y los niños de los campos estaban muriendo para calmar la sed del sol y evitar un sequía cataclísmica.

Y así, la Diosa del Chocolate subió los escalones junto a ellos mientras subían para encontrarse con su verdugo. Les ofreció reconfortantes copas de cacao en el camino. Así se convirtió en una parte importante de los ritos sagrados cada año.

Pronto los aristócratas comenzaron a considerar el trabajo de cualquier tipo como inferior a su dignidad y vivieron en sus elegantes palacios ajenos al sufrimiento humano del que dependía su estilo de vida.

Dos diosas preparan un plan

A la Diosa del Amor no le hizo gracia. La gente ya no reía, cantaba ni bailaba. ¿Quién tenía la energía para el amor? Conspirando con la Diosa del Amor, la Diosa del Chocolate enseñó a los cocineros de los reyes cómo fermentar el vino y hacerlo embriagador. Y ella ‘dejaría escapar’ que era un afrodisíaco poderoso.

Pronto seguiría un período de glotonería y guerras desenfrenadas entre los distintos estados. Incluso se informó que el emperador Moctezuma bebía entre 40 y 50 copas al día, absorbiendo el estimulante afrodisíaco del cacao para mantener su energía para sus visitas diarias a su harén.

Tal como previó la abuela, nadie con autoridad estaba prestando atención a los rugidos de la tierra. Demasiada gente, muy poca tierra disponible para la horticultura, y la tierra que había no podía producir alimentos porque la mitad de los trabajadores estaban en guerra o la tierra misma estaba siendo utilizada como campos de batalla.

Cayeron reinos poderosos. La gente estaba desnutrida y hambrienta.

El regreso de la diosa

Agradecida por el rol que había jugado Ixcacao al recordarle a la gente que la vida era mucho más que trabajar para los “maestros”, la Diosa del Amor la colmó de grandes favores, adorándola de pies a cabeza con delicadas flores que revoloteaban en los suaves vientos.

Y así, cubierta de belleza, Ixcacao, la Diosa del Chocolate, se le permitió regresar a su pueblo, de esta vez como la diosa de la fertilidad que vigilaba los campos de maíz y veía que su pueblo se alimentaba, pero también como una reina de amor y placer.

​No más trabajo sin parar.
No más trabajo sin tiempo para familiares y amigos.
No más trabajo sin tiempo para la música y para bailar.
Y sobre todo…

No más trabajo sin amor.

​Significados de los mitos de la diosa del chocolate

La sabiduría de Ixcacao es un hermoso contrapunto al ajetreo orientado a la producción de nuestro mundo moderno, su frenética compra y venta con fines de lucro y su codicia.

La Diosa del Chocolate nos recuerda que un mundo lujoso se despliega ante tus ojos, si te tomas un momento para calmar tu “ajetreo” y te tomas el tiempo para regocijarte en aquellas cosas que te dan placer.

Vea el video del personal de Cacau Lab/Ceremonial, que amablemente autorizó su reproducción en nuestro sitio web:

Música para disfrutar de tu ceremonia:

Fotos: créditos Tati Wexler

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