Grão Especial conversó, con exclusividad, con el exministro de la Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento, Roberto Rodrigues.
Él es ingeniero agrónomo y agricultor, y actual coordinador del Centro de la Agroindustria en la Escuela de Economía de San Pablo, de la Fundación Getúlio Vargas (FGV EESP) y Embajador Especial de la FAO para las Cooperativas.
Con un curriculum extenso, el exministro habló sobre agricultura y cooperativismo, dos temas por los cuales es apasionado.
Véalo:
Grão Especial – El mundo cree – los brasileños también -, que nuestra agricultura está basada en las grandes propiedades, en los grandes latifundios, cuando en realidad, su inmensa mayoría es de pequeñas propiedades agrícolas familiares. En el café especial, por ejemplo, cerca del 80% de las propiedades son pequeñas. Pero los compradores internacionales, ya sean ellos tostadoras o cafeterías, creen que aquí solo hay grandes haciendas, y acaban prefiriendo comprar de otros países porque piensan que los cafés brasileños tienen pocos atributos: chocolate, semillas y nada más. ¿Cómo cambiar esa percepción?
Roberto Rodrigues – Trabajo hace 30 años en la Agroindustria y te digo que nuestra incompetencia en comunicación es la cosa más tradicional del sector. Somos excelentes para decirnos a nosotros mismos, enalteciéndonos, y pésimos para hacer eso en el ámbito internacional. Recientemente, salió un informe de la Organización de las Cooperativas Brasileñas (OCB), que apunta que, cerca del 52% de la producción agrícola brasileña, pasa por las cooperativas. Y el 80% de los cooperados son pequeños productores. Pero es una especie de modus operandi del sector. Hay que traer gente de afuera para conocer las cooperativas, y ellas los llevan a conocer a los pequeños productores asociados. Pero eso es algo que el sector privado debe resolver, no tiene nada que ver con el Gobierno.
Cuando era Embajador Especial de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura) para las cooperativas, visité haciendas en todo el mundo. Una vez, en África, me llevaron para visitar algunas y era siempre la mayor, la más bonita, pero yo no quería. ¡Yo quería ver la verdad! Aquí en Brasil, me cansé de recibir ministros, diputados, en las haciendas. El dueño va allá, antes que la visita llegue, pinta todo, escarda, queda lindo. Pero aquello no es la regla, no es lo normal. Debemos llevar a las personas para conocer la media de las haciendas. ¡Hay que decir la verdad! La virtud está en el medio y el modelo es a través de las cooperativas.
Grão Especial – Como gran especialista en el tema Cooperativas, ¿cómo estamos en este aspecto en comparación con otros países? ¿Le debemos algo a alguien?
Roberto Rodrigues – Bien, esa pregunta vale una conferencia. Pero intentaré responder: cuando fui presidente de la Organización de las Cooperativas Brasileñas (OCB), visité 79 países, esparcidos por todos los continentes. Antes de nada, es necesario explicar que el Cooperativismo es una doctrina universal, con siete principios que son aplicados en todos los países del mundo. La cooperativa es el retrato de la sociedad donde ella está insertada. Si está en una región en que existe cultura en el sentido estricto del término, que exista el sentido del colectivismo desarrollado, las cooperativas son un éxito. Si la presencia del Gobierno es muy fuerte, ella desaparece. La Cooperativa es la cara humana de la economía. Si hubiere un sentimiento real, va bien. Tu pregunta tiene la siguiente respuesta: depende. En Brasil tenemos diversas realidades: si hablamos del sur del país, en los estados de Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul, podemos decir que el movimiento cooperativista es el más avanzado del mundo. Pero no todos los lugares son así.
En el Cerrado, en el centro del país, es débil, son grandes propiedades, el agricultor es rico, entonces ellos necesitan menos de cooperativas, él hace su beneficio en la escala, que el pequeño productor no tiene. En una economía globalizada, el margen de beneficio del productor es cada vez menor. En el mundo entero, el productor hace su beneficio en la escala. ¿Cómo sobrevivir? Hacer escala con sus iguales en la cooperativa. Es por eso que él necesita de sus iguales de adentro de la cooperativa para poder hacer escala, para tener acceso a la tecnología, proceso de producción, exportación, etc. La cooperativa es dominante para el progreso del pequeño productor.
Grão Especial – ¿Qué es necesario para que una cooperativa funcione?
Roberto Rodrigues – La Cooperativa es una empresa, que tiene valores, principios, es un instrumento de crecimiento y tiene que ser viable económicamente. Tiene que tener liderazgo. En fin, para que una cooperativa funcione, tres situaciones son esenciales: la primera es que sea necesaria, o sea, tiene que haber consciencia que necesitan de la cooperativa. Compete al movimiento hacer proselitismo para hacer que las personas se sientan atraídas. Ya el papel del estado: educación, tiene que haber liderazgo y ser viable económicamente. Te daré dos ejemplos: En el 64, los militares tenían una visión estratégica de ocupar espacios territoriales en el país y, para eso, crearon cooperativas en el centro-oeste de la Amazonía, llamadas CIRAS, Cooperativas Integradas de Reforma Agraria, presididas por un técnico del Incra, no había relación de confianza entre los cooperados. Todas cerraron, ninguna sobrevivió.
Otro ejemplo: el expresidente argentino Raúl Alfonsín (1983- 1989), era un demócrata, adoraba el cooperativismo equitativo, para distribuir la renta. Él creó en su gabinete una secretaría para crear cooperativas con subsidio del gobierno, todas acabaron. No puede ser creada de arriba para abajo, simplemente no funciona.
Grão Especial – ¿Es posible hacer de Brasil un éxito agrícola, con renta justa, para los pequeños productores, con menos commodities y más productos especiales? ¿Qué falta para dar este paso?
Roberto Rodrigues – Pregunta difícil de responder. Depende, fundamentalmente, de estrategias, de políticas públicas. Son las grandes empresas las que desarrollan las tecnologías, semillas, insecticidas, investigaciones, hacen inversiones gigantescas. Ellas quieren un retorno, es obvio. Ves una gran cantidad de investigaciones en los cultivos de la soya, del maíz, del café. Ahora, es difícil encontrar a alguien investigando sobre girasol, por ejemplo, incluso en los órganos de investigaciones del gobierno. Creo que es un poco nuestra formación y también tiene que haber una estrategia de Estado, que miren esos nichos, que son importantísimos.
La avicultura es una cosa impresionante. El estado de San Pablo produce, solo, 15 mil millones de huevos por año. Hoy, existe el nicho extraordinario del mercado, el “cage free”, sin jaula. ¿Qué sucede? El huevo probablemente es más sabroso, más colorido y cuesta mucho más caro y menos sostenible, tiene mucho más riesgo sanitario que concentrar a las gallinas en la jaula. Para avanzar, tiene que haber mucha investigación para eso, pero no hay porque no hay interés agronómico. Para buscar nichos específicos, especiales, con temas especiales, con retorno interesante, tiene que haber voluntad del Gobierno. Si se deja por cuenta del mercado, no sucederá.
Grão Especial – La Seguridad Alimentaria es el tema del momento. ¿Puedes percibir alguna relación entre el tema y la producción de productos de nicho?
Roberto Rodrigues – Existe esa relación. Creo lo siguiente: cuando comenzó el siglo XXI, la ONU comenzó a hablar del tema, por razones obvias. Solo hay paz sin hambre. Comencé a hablar sobre esto hace 20 años, compatibilizar con el tema de la preservación de recursos naturales, y la respuesta obvia era la tecnología. El desafío de la humanidad en el siglo XXI sería compatibilizar la producción de calidad con la preservación Y la respuesta era la tecnología. La pandemia vino y dio una reforzada en el tema de la seguridad alimentaria, pero, simultáneamente, con la sostenibilidad. La pandemia abrió dos ventanas claras para el futuro: sostenibilidad y seguridad alimentaria. La juventud en el mundo entero está preocupada con preservar el medio ambiente, no es una moda, es un dogma. Ese tema prevalecerá durante 40 años y continuará insistiendo en esa cuestión. Creo que eso es una maravilla. El problema es separar la paja del trigo.
Brasil tiene un papel relevante y, los dos asuntos, Seguridad Alimentaria y Sostenibilidad pasan por la agricultura. Tenemos que trabajar con estrategias. Brasil produce y exporta casi un tercio de todo el café consumido en el mundo, y exporta menos del 2% del café tostado y molido. Los países que compran crean una escala tarifaria de los países que compran, cada uno se defiende como puede. Si alguien quiere exportar grano tostado, morirá en la orilla, porque las reglas del comercio mundial son duras. Que son un problema de estado, de acciones público-privadas, cada cual en su nivel. La agricultura brasileña está de espalda para Brasilia, pero está de frente para el mercado. Y Brasilia está preocupado con otros asuntos.
Hasta los años 70, Brasil tenía una agricultura costera, el consumo y los puertos eran costeros. En el 71, compramos una hacienda de soya y caña en el Cerrado. Mi papá, que era un agrónomo brillante, en esa época, me dijo: Cerrado, ni dado ni heredado. Ese era el consejo de 50 años atrás. Vino Embrapa y el cerrado se convirtió en el Maracanã donde será jugada la partida final de la copa del mundo de la alimentación. ¡Y vamos a ganar! Con sostenibilidad. Y ayudó a preservar la Amazonía, gracias al Cerrado. Gauchos, paranaenses, mineros, paulistas, nordestinos, esa gran melange da el vigor híbrido, es un equipo extraordinario.
Grão Especial – ¿Qué hacer para castigar de verdad a los productores que no respeten el código forestal?
Roberto Rodrigues – Solo hay una cosa a hacer: hay que cumplir la ley. La deforestación es ilegal, castiga con el rigor de la ley, invasión de tierra, buscadores de oro, hay que castigarlos. Incendio criminal hay que castigarlo. Hasta hoy el código forestal no fue implementado, hay que implementarlo. Hay propietario que hace 40 años espera la documentación de sus tierras. Sin eso, él no puede recibir un préstamo en el banco, por ejemplo. Legalidad, el Estado tiene que ir allá y castigar, tiene que haber gente fiscalizando, avión, barco, eso es un problema crucial. Y tiene que haber una acción integrada entre todos los poderes y la iniciativa privada. Pero reconozco que es difícil, somos un país pobre, no tenemos ni saneamiento básico. Tiene que haber una gran articulación entre los poderes.
Sino los agricultores que están haciéndolo todo dentro de la ley, acaban siendo amenazados por causa de criminales y aventureros. Y hay que reconocer lo que está mal y corregirlo. No se puede negar que existe.
Grão Especial – ¿El cacao especial puede ser una gran apuesta de Brasil? ¿Interesa?
Roberto Rodrigues – No sé si le interesa al gobierno actual, cuando fui ministro de la agricultura hice varias acciones. Pienso que las cooperativas son grandes soluciones. Es un poco parecido con el café. Tiene que haber una estrategia público-privada.
Brasil es el tercer mayor productor de frutas del mundo, pero es el 23º. Exportador. Perú, diez años atrás, vino aquí a aprender a producir frutas. Hoy, exporta tres veces más que Brasil. ¿Por qué? Es una estrategia de Estado. Aquí, falta estructura, frigorífico y estabilidad de producción y de calidad. Sin estos factores no se puede crear un mercado. Pero el Gobierno necesita ayudar. Con el cacao ocurre lo mismo.
Grão Especial – ¿Cuál es el papel de la agricultura brasileña en el mercado mundial?
Roberto Rodrigues – Un estudio reciente de OCDE y USDA, que es el ministerio de la Agricultura americana, hizo un trabajo para contraponer un informe de la ONU. En este estudio, USDA dice que para que el mundo crezca 20% en 10 años, Brasil tiene que crecer 40%. De esta forma, habrá paz si hubiere el fin del hambre. Y no estamos atentos a eso. Es necesario verlo con estrategia, podemos crecer, los elementos que hicieron al agro brasileño crecer aún persisten. Pero no se puede atacar a China. ¿Quieren quemar nuestro principal mercado? No se puede. Pero es necesario crear una estrategia que permita esto. Podemos ser la NASA de la producción de alimentos, cuidando de la sostenibilidad del negocio y de la preservación del medio ambiente. Pero es necesario garantizar una planificación adecuada y un soporte gubernamental. Mira al azaí, hicieron un trabajo estratégico, hoy usted come azaí en cualquier lugar en Francia, por ejemplo.