Es inaugurado en Belo Horizonte el proyecto Cafeteria do Produtor

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El objetivo es dar valor al trabajo del pequeño productor y ayudarlo a vender sus cafés especiales directamente, sin intermediarios. Y formar nuevos baristas, a través de la Asociación de Jóvenes Baristas, que está en proceso de formalización

Marcio Braga da Cruz siempre fue un emprendedor. Graduado en comercio exterior, con MBA, vendía desde preservativos a piezas de helicópteros, habiendo trabajado en el área por 23 años. Fue por trabajo a los EE.UU. a pasar una temporada, cerca de 1 años atrás y, probó, por primera vez, un café diferente, que no provocada acides ni gastritis.

Estaba sin tomar café hace muchos años, pues a pesar de que le gustaba mucho, su cuerpo reaccionaba. No sabía qué café era aquel, pero enseguida lo descubrió: eran cafés especiales, de diversas partes del mundo. Y descubrió que no era el café la causa de sus males físicos y sí el tostado excesivo. Se encantó por el asunto, comenzó a profundizar en métodos de extracción, a buscar cafés especiales brasileños hasta que, en 2014, resolvió jubilarse del mercado de comercio exterior, volver a Brasil y comenzar a trabajar con los cafés especiales.

En 2015, abrió su primera cafetería en Contagem, interior de Minas, la Dolcicaffé, que hoy es atendida por su novia, Josiane Gomes de Oliveira.

En la cafetería, comenzó a percibir claramente el trabajo predador de algunos  intermediarios, que ofrecían cafés especiales de pequeños productores, sin importarles en remunerar  de forma adecuada a quien todavía es el eslabón más débil de toda la cadena: el productor. “Es bueno resaltar que muchos de esos profesionales son honestos y son verdaderos coffee hunters”.

“La gota de agua fue cuando uno de esos profesionales llegó a la cafetería ofreciendo algunos cafés especiales ya con un precio bajo. Y, en la mitad de la charla, me dijo que, si hiciésemos una oferta aún menor, nos llevaríamos todo el lote, porque él sabía que el productor estaba en una situación financiera muy difícil”, cuenta Marcio.

Fue cuando percibió que podría hacer algo para mejorar ese panorama. Dispensó al intermediario y pasó a trabajar en una idea para ayudar al pequeño productor de cafés especiales a, no sólo poder vender directamente, sino también, mejorar su producto.

“Siempre tuve ganas de formar parte de un proyecto social para ayudar a otras personas, pero todavía no había encontrado algo con que identificarme. Hasta que tomé una decisión drástica”, recuerda Marcio.

Decidió buscar un lugar en Belo Horizonte donde pudiese montar una cafetería que ofreciese, a los pequeños productores de cafés especiales, una estructura para soporte y divulgación al público sobre el origen de cada paquete.

Después de buscar mucho, encontró el lugar perfecto: una casa de 106 años, de 200 metros cuadrados, inserta en un lote de 450 metros cuadrados, declarada Patrimonio Histórico, ubicada en la avenida do Estado. El problema es que estaba en un estado desalentador. Y tampoco tenía todo el dinero que el propietario quería. Pero, como buen guerrero, no se desanimó: renunció a todo el patrimonio conquistado en sus 23 años de trabajo.

Con el poco dinero que sobró, comenzó la reforma. Literalmente, puso las manos en la masa y, en cinco meses, la Cafeteria do Produtor quedó pronta. Posee 45 lugares para sentarse y ofrece más de 20 métodos de preparación de cafés especiales.

Compró tres máquinas de café exprés usadas – La Cimballi, Rancilio y La San Marco – y las restauró. “Estaban muy deterioradas. Las desmonté y reforme yo mismo. Tienen, en promedio, 20 años, pero están en perfecto funcionamiento y quedaron lindas después de la reforma”, cuenta.

(las tres máquinas de café exprés usadas y reformadas por Márcio)

Está ofreciendo diversos métodos de preparación como tostado de cold brew, Kalita Iced Coffee, Hario V60, de los modelos de Chemex, de los modelos de Yama, Canadiano, Clever, Aeropress, Pressca, Vietnamita, Kone ( filtro nanoperforado de chapa), Osaka y Homart ( filtros nanoperforados de acero inoxidable), Syphon y Prensa Francesa. También compró un equipo para preparar Cold Brew Nitro.

El proyecto

Marcio va a ofrecer a los pequeños productores asesoría para que conozcan mejor la bebida que producen. “Queremos también estimularlos a que cuiden la mejor forma posible de poscosecha. Y que sepan tostar su propio café y saber cuánto vale”, explica.

“Existen todavía en la región de Minas Gerais, muchos pequeños productores que no saben diferenciar los granos, mezclan y secan sin mucho criterio. Podrían estar produciendo pequeños lotes de cafés especiales, si tuviesen más informaciones. Es eso lo que queremos hacer, pues todo cultivo de café, en teoría, puede producir pequeños lotes de cafés especiales”, afirma.

Marcio también quiere ayudar en la parte burocrática. Va a ofrecer asesoría para que el productor pueda exportar sus cafés directamente a las cafeterías de otros países. “Hay mucha burocracia involucrada y también la barrera del idioma. Vamos a ayudarlos. Queremos ser un centro de referencia de cafés especiales orientados a los pequeños productores”, se entusiasma.

De esa forma Marcos cree que va a estimular también a otros productores. Ya estamos trabajando con cerca de 20 productores, comercializando sus cafés y pretendemos trabajar con muchos más. Al final del mes haré una visita al Caparaó y espero traer de allá excelentes cafés especiales”, cuenta.

La Cafeteria do Produtor va a ofrecer cursos de tostado, que serán administrados en la cafetería, en BH. “Vamos a utilizar un Atila 15kg. y ya estamos conversando con otro fabricante nacional para tener un tostador menor, de 1,2 kg., más compatible con los microlotes”, dice.

Proyecto Asociación Jóvenes Baristas

Marcio también está trabajando en otro proyecto muy ambicioso: capacitar a jóvenes carenciados para profesionalizarlos en las áreas de barista y tostado. Para eso, está formalizando la creación de la Asociación Jóvenes Baristas.

Pensado para durar seis meses, siendo los tres primeros meses teórico y el restante, práctico. El primer grupo, formado por 10 alumnos, comenzará en enero de 2018.

Para participar, es necesario que el alumno esté cursando escuela pública, tenga de 15 a 18 años y tenga buenas notas. El curso tendrá tres instructores, todos colaboradores de la Cafeteria do Produtor.

La idea es que, apenas terminen el curso, estén empleados en otras cafeterías, mercado que viene creciendo mucho.

Hasta el momento, Marcio no cuenta con apoyo de ningún órgano público y no tiene aliados.  “Creo firmemente en mi proyecto y sé que, con el tiempo, recibiré la ayuda necesaria”, finaliza.

 

Información

Cafeteria do Produtor

Calle do Pernambuco, 380, Belo Horizonte

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