Conozca la historia de Agurtxane Concellon, una fotógrafa vasca que comenzó a hacer chocolates Bean to Bar en Noruega y ya ganó más de 94 premios en apenas siete años de existencia

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La marca Fjäk es famosa mundialmente por mezclar ingredientes típicos de Noruega con cacao de origen

Si eres brasileño, probablemente nunca escuchaste hablar de la marca de chocolates bean to bar noruega, Fjäk, léase fiók. Lo que es una pena, porque sus chocolates están ganando el mundo con gran rapidez. Son orgánicos, éticamente responsables y utilizan cacao de los mejores orígenes mezclados con elementos de la naturaleza, provenientes solo de Noruega. Su principal producto es una barra de chocolate bean to bar mezclada con un tipo de queso, el Brunost, Brown cheese o queso castaño, que solo se produce allá.

El Brunost es una mezcla de leche, nata y suero de leche hervido cuidadosamente durante varias horas, hasta que el agua se evapora completamente. El calor transforma el azúcar de la leche en caramelo, que le otorga al queso su sabor característico.

Fjäk

Además, la culinaria noruega se ha sofisticado enormemente en los últimos años, con nombres como René Redzepi, del Noma, y Christina Puglisi, y del Maaemo, en Oslo. La cocina de ellos está guiada por el amor a la naturaleza y a la cultura escandinava. En otras palabras, sustituyen, siempre que resulte posible, en su cocina, el aceite de oliva y el melocotón para saúco, aceite de espino y agujas de pino.

Agurtxane Concellon, o simplemente Agur, nació en el país vasco, en la soleada España, donde el sol es generoso, así como también sus sabores. Fotógrafa de profesión, con más de 20 años de experiencia realizando trabajos en toda Europa, Agur solía pasar sus veranos en Noruega hasta que resolvió mudarse definitivamente allá. “Yo sabía que quería trabajar con las comida, pero no necesariamente chocolate. Mi primera idea era producir gin, estudié botánica, pero, las leyes extremadamente rígidas sobre el tema en el país, me desalentaron completamente”, nos dice.

Continuó buscando algo que le interesase hasta que se encontró con el video del Mas Brothers, de Brooklin, en los EE. UU., que enseñaba a hacer chocolates bean to bar. Además, este es un punto en común con el personal de Dick Taylor (leer la nota aquí), que también señala la influencia de los Mas Brothers en su trabajo.

«Los Mas Brothers fueron los primeros, pero continué buscando, y cada vez me encantaba más. Conocí el trabajo de varios otros chocolate-makers, me entusiasmé, compré un pequeño molinillo y, en 2015, comencé a elaborar mis chocolates junto con mi socia, en la época Siv Hereid, en la cocina de casa», nos cuenta.

Hasta que, en 2017, Agur y Siv lanzaron oficialmente Fjäk, que en dialecto Hardanger, quiere decir amable u honesto. Ellas sintieron que no había un nombre mejor para la marca, ya que ellas creían que el chocolate es la cosa más adorable del mundo», explica Agur. Sus barras mezclaban cacao de Madagascar, de Akëson (leer nota aquí), con forrajes y pequeñas plantas que solo crecen en Noruega como el cranberry o arándano rojo, entre otras.

Al año siguiente del comienzo de la producción ya comenzaron a obtener premios importantes. El primero de ellos, de la Academy of Chocolate, de Londres, ganando en la categoría Best Newcomer y recibiendo seis estrellas en el Great Taste Awards 2018.

“Queríamos crear una identidad noruega en nuestras recetas de chocolates bean to bar”

El negocio comenzó a prosperar y tuvieron que abrir una nueva fábrica, cerca de la casa de Agur. «El año pasado, en plena pandemia, elaboramos cerca de de 3,5 toneladas de chocolates bean to bar. Y, para fines de 2021, serán cinco toneladas», cuenta radiante.

Fjäk

Por el momento, su principal mercado es noruego, la exportación es responsable por apenas el 8 % de sus ventas. Pero admite que este escenario está en vías de modificarse. “Cerraremos 2021 con el 20 % de las ventas resultado de la exportación de nuestros chocolates”, cuenta Agur.

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En los próximos meses, la fábrica, ubicada en Hardangerfjord, y operada por cinco empleados, alcanzará su capacidad máxima de producción, gracias a la buena receptividad de los consumidores japoneses y China, un mercado de grandes volúmenes. “Para tener una idea, nuestro primer pedido para el mercado chino fue de cuatro mil barras de chocolates bean to bar, de todos los tipos que elaboramos menos los de regaliz. Aparentemente, a los chinos no les gustan las barras con licor”, explica.

Chocolatería/Cafetería

Agur tiente más motivos para celebrar: acaba de abrir una chocolatería/cafetería de 50 metros cuadrados en la ciudad de Bergen, especializada en chocolates calientes de origen, como sus barras, que compartirán el espacio con una cafetería de cafés especiales seleccionados por el torrador noruego.

Fjäk

“La tienda es un sueño, finalmente voy a poder enseñarles a los noruegos sobre la filosofía bean to bar, sobre los orígenes del cacao, los diferentes perfiles de cacao. Imagina a una persona que pueda venir a mi tienda y tomar un chocolate caliente de origen africano, brasileño, hawaiano”, finaliza.

Actualmente, Fjäk elabora chocolates de cacaos provenientes de siete a ocho orígenes: Tanzania, Uganda, Brasil, República Dominicana, Belice, Guatemala y Haití.

Fjäk – www.fjaak.no

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