Actualizado: 16/07/2019
El valor de la inversión sería aportado por empresas como Nestlé y GDE que junto con otras ocho marcas mundiales, facturaron US$ 200 mil millones y tuvieron utilidades por US$ 20 mil millones el año pasado
Comenzó ayer, 10 de julio, en Campinas, SP, el II Fórum Mundial de Productores de Café 2019, con la presencia de productores de todos los países productores. Frente a la importante votación de la Reforma Previsional, ni el presidente Jair Bolsonaro, ni la ministra de agricultura, Teresa Cristina, pudieron participar del evento.
El evento termina hoy, 11 de julio, y ayer en la presentación del profesor Jeffrey D. Sachs, economista norteamericano conocido por su trabajo como consejero económico de varios gobiernos de América Latina, del Este Europeo, de la extinta Unión Soviética, de Asia y de África, dio para los comentarios. Jeffrey presentó los resultados del estudio de sostenibilidad económica de la producción de café, que guiará las reivindicaciones de los productores mundiales frente a la gran industria.
Los representantes de países productores como Colombia, India, Etiopia y Uganda, participaron de la apertura de los trabajos y, sin excepción, se pronunciaron en favor de una negociación más dura con la gran industria.
Impacto de los cambios climáticos y creación de un Fondo Global de Inversión
El profesor Jeffrey D. Sachs, director del Centro de Desarrollo Sostenible del Instituto de La Tierra de la Universidad de Columbia, en los EE. UU., presentó los resultados de su trabajo sobre sostenibilidad económica de la producción de café en el mundo.
Según Sachs, la diversidad en la producción de café en el mundo está seriamente amenazada por el calentamiento global. «Las regiones productoras están pasando por un aumento significativo en sus temperaturas, algo en torno de 0.2ºC cada década. Muchas áreas del cinturón productor no podrán ya seguir produciendo café. Lo que disminuirá mucho la producción mundial. Tal vez países como Brasil y Vietnam puedan continuar aumentando su participación en el mercado – ya que juntos, fueron responsables por el 83 % del aumento de la producción global de café desde 1995 – produciendo gracias a sus altas tasas de productividad, pero con riesgos para la cadena productiva, con una mayor concentración de la producción de café en pocos países. No obstante, los demás países productores, como Colombia, India, Malasia, Costa Rica, Madagascar, Tailandia, entre otros que presentan precios bajos, baja productividad, poca inversión y casi ninguna investigación, no lograrán acompañar, disminuyendo la diversidad de especies y de sabores en el pocillo», dijo Sachs.
Por otro lado, el profesor señaló que Brasil no está inmune a las consecuencias del calentamiento global, siendo que es una de las mayores potencias agrícolas del mundo.
El resultado será que los pequeños productores de los países más pobres permanecerán en la extrema pobreza, el trabajo infantil continuará a siendo una realidad, habrá aumento de deforestación y continuará limitado el acceso a los servicios básicos como agua potable y educación en las áreas productoras de café. O sea, la producción de café mundial no alcanzará la sostenibilidad.
Otro dato alarmante presentado por el profesor Sachs, es que hubo en los últimos dos años, un aumento considerable de productores por debajo de la línea pobreza.
¿Cómo combatir futuro tan sombrío?
El estudio presentado por el profesor Sachs también muestra la otra cara de la moneda: los continuos y significativos aumentos de las utilidades de las principales industrias del sector como Nestlé y Jacobs Douwe Egberts que poseen 40 % del market share mundial. Las otras empresas con importantes participaciones de mercado son Lavazza, J.M. Smucker, Kraft Heinz, Tchibo, Strauss/ São Miguel, Kapal Api Group, Keurig Dr. Pepper (también de JDE) y Dongsuh Foods.
«La industria mundial del café facturó US$ 200 mil millones y tuvo un lucro de US$ 20 mil millones», dice Sachs. Pero el costo del estrés, riesgos, pobreza y desigualdad. «La solución requiere grandes inversiones públicas y privadas», sentencia el profesor.
Su propuesta para el sector es la creación de un Fondo Global del Café que, en su opinión, tendría un board con la participación de toda la cadena productiva del café, que pudiese administrar inversiones por el orden de US$ 10 mil millones anuales y que sería distribuido entre los países y productores con menores ingresos para garantizar un aumento de la productividad en todo el mundo y garantizar la necesaria presión política en el combate al calentamiento global. «Parece mucho, pero representa menos de un centavo por pocillo de café vendido. Es solo hacer la cuenta: se venden por año, cerca de 800 mil millones de pocillos. Ese dinero cubriría la falta generalizada de acceso a servicios sociales básicos, como niños que no están en la escuela y el cuidado de la salud que no es el adecuado. El rompecabezas es cómo llevar recursos a las regiones productoras de café, especialmente a las de bajos ingresos», agrega.
Para que la idea del Fondo Global salga del papel, es necesario que las industrias se movilicen, ya que ellas serían las principales impactadas por la reducción en la producción de café mundial. Con las industrias al frente de la administración del Fondo, los gobiernos de los países productores y donantes internacionales tendrían un espacio para discutir soluciones y viabilizar recursos que serían utilizados para socorrer a los lugares más críticos», dice.
«El Fondo Global del Café es una propuesta viable, ya que será el papel del Fondo invertir socialmente en escuelas, salud, seguro contra cambios climáticos. Es el papel de la industria priorizar la protección social y el aumento de la productividad», argumenta.
Sachs espera que, en breve, las empresas y donantes se unan y financien estrategias nacionales, comenzando por los países más pobres.
Qué piensa la industria sobre la propuesta
A continuación aparece el posicionamiento de JDE: Esta es una de las muchas propuestas y esfuerzos para apoyar a todos los productores de café, algunos muy exitosos mientras otros que pasan por muchas dificultades. Cualquier fondo global debe garantizar que los consumidores, los gobiernos de los países consumidores y todos los que se benefician del café también apoyen a los productores rurales y que sepan distinguir a los que más necesitan de ayuda de los que no la necesitan.
“El profesor Sachs compiló informaciones conocidas y disponibles para fundamentar la creación de un fondo global de apoyo a los productores de café. Entiendo que un fondo de esta naturaleza, en el caso que sea establecido, no debe ser asistencialista, sino pre-competitivo y fomentador de iniciativas dirigidas al aumento del consumo, investigación, innovación y desarrollo pautado en: (1) diagnóstico continuo de indicadores de sostenibilidad social y ambiental de las diferentes regiones productoras; (2) extensión y en acceso a la información técnica de calidad; y (3) microfinanciamiento de factores de producción para pequeños productores, como insumos y máquinas que permitan el acceso a los valores FOB de la misma orden de Brasil, alrededor de los 85%. El fondo no puede ser fomentador de la ineficiencia productiva.”
Los precios bajos del café
La larga crisis económica brasileña también es responsable por el bajo precio del café mundial. «Cuando la moneda brasileña está débil, sumada a un dólar fuerte, los precios de los commodities tienden a ser aún más bajos. Y los pequeños productores del resto del mundo, que tienen baja productividad, sienten todavía más los efectos del precio bajo del café», finaliza.