Objetivo de la startup maranhense es darle visibilidad al agricultor familiar brasileño, garantizando acceso a nuevas tecnologías y promoviendo crecimiento económico inclusivo
Culte – ecosistema completo de apoyo a la agroindustria familiar brasileña – lanza oficialmente cultecoin (CULTE) ir a la página web, token de utilidad BEP-20, basado en la Binance Smart Chain y será lanzado en la Exchange descentralizada (DEX) PancakeSwap.
En un primer momento, la función de cultecoin será intermediar negociaciones dentro del marketplace de Culte, facilitando el pago por tasas, productos y servicios, además de la posibilidad de ser utilizado como una reserva de liquidez para los pequeños agricultores. En el futuro, los fundadores esperan que la blockchain de cultecoin sea capaz de rastrear el origen de los productos del productor al consumidor final y que la cripto sea utilizada como moneda corriente de la plataforma de la empresa.
“Nuestro objetivo es promover el crecimiento económico inclusivo, sostenible y libre de intermediarios, darle visibilidad al pequeño agricultor familiar y llevar acceso a nuevas tecnologías y entrenamientos al campo”, explica Cláudio Rugeri, CEO de Culte. Según él, la plataforma fue desarrollada utilizando la tecnología Blockchain pensando en la desintermediación de la cadena productiva y en el concepto de finanzas, por medio de una estructura controlada, visible y abierta a todos los involucrados. “El marketplace de Culte se caracteriza como descentralizado, conectando directamente a productores y clientes, sin la necesidad de involucrar a terceros”, detalla el ejecutivo.
A pesar de que las criptomonedas estén ganando cada vez más adeptos en Brasil y en el mundo, el CEO revela que no tenía idea de cómo el proyecto sería recibido en el ambiente de la agroindustria y de la agricultura familiar. “Cultecoin acabó sirviendo de puerta de entrada al mercado de criptomonedas para muchas personas hasta entonces distantes de este universo”, expresó él. Con base en una estimativa informal, para el 70% de los inversionistas, Cultecoin se convirtió en el primer criptoactivo de sus portafolios. Para algunos, sigue siendo también el único.
En los últimos 12 meses, la startup recibió más de R$ 15 millones en solicitudes de préstamos, siendo que el 70% de los agricultores que solicitaron nunca tuvieron acceso a crédito. Hoy, la startup está presente en 20 estados brasileños, reuniendo a más de dos mil pequeños agricultores; de estos, más del 30% son mujeres.
Los números sobre la agroindustria familiar brasileño traducen tanto las necesidades de apoyo al sector como las oportunidades que en él residen. La agroindustria es responsable del 21,1% del PIB (Producto Interno Bruto) de Brasil – lo que significa que más de un quinto de todo lo que es generado en Brasil sale de la agricultura. Y, de este total, cerca del 25% es proveniente de la agricultura familiar, o sea, 5% del PIB brasileño tiene origen en las propiedades de los pequeños emprendedores rurales.
Estos números fueron divulgados por el secretario Nacional de la Agricultura Familiar y Cooperativismo, Fernando Schwanke, en entrevista para la Revista Expoagro 2020 (en la página 11). De acuerdo con él, Brasil posee 4,1 millones de pequeños productores, siendo que el 84% de todas las propiedades rurales del país son de pequeños agricultores.
Cultecoin permite la compra anticipada de la producción de estos pequeños agricultores, contribuyendo al crecimiento de la agricultura familiar. “La idea es posibilitar la conexión entre el productor y empresas que están necesitando de las mercancías – como agroindustrias, cooperativas, hospitales, hoteles, restaurantes y otros establecimientos que necesitan de grandes volúmenes – para una compra mayor”, esclarece el ejecutivo.
Por otro lado, los agricultores también pueden realizar compras en conjunto consiguiendo mejores condiciones junto a los proveedores. “Nosotros, de Culte, creemos que todos disfrutamos de los frutos de la agroindustria, por tanto, tenemos el deber de apoyar a los agricultores y productores rurales”, concluye el CEO.
“Debemos impulsar la agroindustria familiar brasileña. El sistema bancario tradicional no es capaz de suplir con recursos financieros subsidiados y tecnológicos de manera abarcadora y en el período adecuado”, afirma Rugeri. “El aumento persistente en la demanda de alimentos, causada por el crecimiento poblacional, y el cambio en la dieta a medida en que la clase media global se expande, crea nichos de mercado atractivos en la agroindustria, ofreciendo oportunidades de inversión en tecnología e infraestructura”, complementa él.
