Franquicia española de tiendas casas de tés gourmet cree que la mayor expansión vendrá del público joven, ávido por productos saludables
Creada hace 28 años, en España, por el sueco Per Sundmalm, Tea Shop, franquicia de casas de tés gourmet, está apostando al mercado brasileño para crecer. Con 58 direcciones solo en España, además de presencia en Italia, Argentina y empezando sus operaciones también en Portugal, Tea Shop pasa por un momento de gran expansión en Brasil.
En visita a Brasil, para participar de la Primera Convención de Ventas de la marca, el CEO y fundador Per Sundmalm, conversó con exclusividad con Grão Especial.
Así como muchos escandinavos escapan del frío, Per Sundmalm, «zarpó» para Barcelona por más calor y continuar sus estudios después en la universidad. Tenía el deseo de aprender otro idioma, el español, ya que ya dominaba, además de su lengua natal, el inglés, el alemán y el francés.
Conviviendo con numerosos extranjeros, notó que en España no tenían el hábito de tomar té, solo en casos de malestar, pero nunca para degustar. Y los tés que había eran de pésima calidad. Parte de la explicación es que después de la Guerra Civil Española, continuaba una legislación muy restringida para la importación del té. Mientras que el país tenía acceso mucho más fácil para el café producido por sus excolonias, en América Central.
Per volvió a Suecia, pero no abandonó su idea de trabajar con los tés. Conoció, en Estocolmo, un pequeño comerciante de Sri Lanka, profundo conocedor de tés, que lo alentó en la iniciativa. Per, entonces, volvió a España, con un muestrario debajo del brazo, que logró presentar ante varios supermercadistas que compraron la idea.
Pero, sin una cultura fuerte de consumo de tés en el país, la iniciativa fracasó. «Yo pensaba que, ya que todo el mundo bebía té, solo era ponerlo en la estantería del supermercado y esperar para tomar los pedidos. Ni se me pasó por la cabeza que debería antes, haber hecho un trabajo de convencimiento, de informar al consumidor sobre los beneficios de la bebida. Yo esperaba, incluso, que el consumidor, un día de la nada, ¡se despertase con ganas de beber té! Como dicen en Brasil, ¡bailé!», nos cuenta.
Per agarró su muestrario y volvió a Suecia muy decepcionado, pero con la idea fija de que los tés serían su futuro. Estudió aún más el tema y notó, observando grandes empresas del área como Twinings y Lipton que, doscientos años atrás, esas marcas comenzaron sus imperios con pequeñas tiendas, enseñando primero a los británicos y después al mundo, los secretos del té.
«Descubrí que, para comenzar en España, necesitaba abrir una pequeña tienda y enseñar, de a poco, lo que era el té, presentar sus distintos tipos, los blends, enseñar a prepararlo correctamente, etc. En fin, era un trabajo más de comunicación con los clientes que de ventas propiamente dicho. Y necesitaba entender también, las diferencias de gusto entre los escandinavos, británicos y los españoles», recuerda.
Eligió el Barrio de Gracia, en Barcelona que, como Per describe, recuerda al Soho en Londres. El lugar ya fue una villa independiente y, hoy, es uno de los barrios más vibrantes de la ciudad, con sus atelieres de arte contemporáneo, cocinas especializadas, bares y cafés, anticuarios además de una activa vida nocturna. Encontró una townhouse y abrió su primera tienda en la planta baja, ocupando el resto de la casa como su vivienda.
El segundo domicilio no fue bien y, recién después de tres años, abrió la primera dentro de un shopping center, La Isla, en 1993 y entonces, llegó el éxito. Actualmente, son 58 tiendas en España, una en Italia, Argentina y comenzando las operaciones del Tea Shop en Portugal.
«Con nuestro perfil, de mezclar los blends con las hierbas y más, creo que nuestra vocación es la de ser una marca de tés de países mediterráneos, con sol, calor. Con una llegada más moderna que las casas de tés más tradicionales. Porque el té se puede beber de distintas maneras, incluso helado. Y el consumidor precisa descubrir el modo que más le agrada, sin ataduras y sin preconceptos. Esa es la tendencia», nos cuenta
Brasil
Tea Shop estaba creciendo y consolidándose en España, hasta que Per fue presentado al brasileño Michel Bitencourt, que estaba estudiando en la universidad y necesitaba un tutor para su tesis.
La amistad creció y Michel fue conociendo más Tea Shop, y a creer que tenía mucho en común con Brasil. Pero recién después de ocho años, los dos se sintieron preparados para emprender por estos lugares. Actualmente, Michel es el CEO brasileño y tea sommelier de la marca. ¡Salió bien!
Adoptando un modelo de franquicia, la empresa cerrará 2018 con 27 tiendas, distribuidas por las ciudades de São Paulo, Rio de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte, Salvador, Porto Alegre, Fortaleza, Goiânia, Florianópolis, Recife, Vitória, Santos, Gramado, Balneario Camboriú y Canoas.
Con una facturación anual de R$ 16 millones, la idea es hacer crecer el negocio en Brasil y estudiar algunas propuestas en Chile, Perú y México. «Pero, mientras tanto, vamos a enfocarnos aquí, que tiene un potencial inmenso de crecimiento, a pesar de los problemas económicos que el país está pasado», explica.
Para los próximos cinco 5 años, el objetivo de Tea Shop es el de abrir otras 80 tiendas. «Parte de nuestro éxito es el de ser curiosos. Nos gusta mezclar los sabores de forma sorprendente. Si es posible, queremos hacer blends utilizando diferentes ingredientes típicamente brasileños. ¡Vamos a ver!», finaliza.
Consumo de tés en Brasil
Encuesta realizada en Brasil por la agencia de análisis de medios E. Life, identificó un aumento de 168 % en las búsquedas online por el término «té», entre 2011 y 2016.
Relevamiento del Instituto Euromonitor, en un estudio divulgado en 2017, muestra que las ventas de té en Brasil están aumentando: Solo entre 2010 y 2012, este mercado creció casi 30 %, de US$ 288 millones, en 2010, a US$ 373 millones en 2012.